La respiración como herramienta: una propuesta para el invierno



La respiración es una necesidad y a la vez una gran herramienta inherente al ser humano y a muchos otros seres vivientes. 
 
La filosofía oriental, específicamente de la India, explica que mediante la respiración el ser humano toma del universo el prānā, que como dice Swami Sivananda, es en verdad la vida de los seres. Este prānā se desgasta pensando, deseando, actuando, moviéndose, hablando, escribiendo, etc. 

Un ser humano sano y fuerte tiene gran abundancia de prānā. El prānā es suministrado por medio del alimento, del agua, del aire, de la energía solar, etc. Absorbemos prānā al respirar y cuando la respiración se lleva a cabo de una manera consciente mediante técnicas milenarias como los prānāyāmas se puede absorber y almacenar una gran cantidad de prānā. 

Según dice Swami Sivananda en el libro "Senda Divina", el yogui (practicante de yoga) almacena una cantidad inmensa de prānā por medio de la práctica de prānāyāma, y por esto irradia fortaleza y vitalidad a su alrededor. 


De este último párrafo también se desprende que el prānā no es sólo energía sino que para nuestro cuerpo significa fortaleza, buena salud, vitalidad, claridad y rapidez mental. Cuando el prānā está bajo afecta a todas las funciones de nuestro cuerpo y a nuestras actividades diarias. Hay una gran cantidad de técnicas y ejercicios de respiración que nos ayudan y complementan una dieta equilibrada de alimentos, un descanso adecuado y de calidad, actividad física frecuente, y está al alcance de todos los seres humanos vivientes ya que la respiración es una condición para la vida. 

Debemos tener en cuenta, como se dijo anteriormente que aquello que consumimos no es sólo alimentos, aire y agua, también entran los pensamientos, las emociones que experimentamos, aquello que escuchamos y lo que vemos. Por lo que es muy importante para una buena salud tanto física como mental tener consciencia de lo que consumimos diariamente. En estas épocas de bajas temperaturas hay algunos ejercicios que no nos llevan más de 5 o 10 minutos y que pueden favorecer a nuestro sistema inmunológico, a la oxigenación del cerebro y de la sangre, y nuestro estado de ánimo. 

Vamos a describir brevemente un ejercicio de respiración que produce calor, recomendamos sea en ayunas, inmediatamente después de levantarse o en el horario del atardecer. Luego se pueden tomar 5 minutos de meditación silenciosa para percibir el estado del cuerpo y la mente luego del ejercicio. 

SURYABHEDA PRĀNĀYĀMA 

Sentarse en una posición cómoda, con las piernas cruzadas, la espalda erguida y los ojos cerrados. Dejar la mano izquierda apoyada en la pierna, y con la yema del dedo anular y meñique tapar la fosa nasal izquierda justo por debajo del hueso del tabique e inhalar por la fosa nasal derecha. Retener el aire un tiempo posible y cómodo. Luego tapar la fosa nasal derecha con la yema del dedo gordo y exhalar por la fosa nasal izquierda. 

Así repetir el ciclo durante unos 5 a 10 min. Observar la respiración suave, continua y natural luego de los ciclos de prānāyāma en la misma postura de meditación y suavemente volver a abrir los ojos.

Noe Pérez
Docente 
Cátedras Yoga I, II y III 
Tecnicatura en Yoga y Salud Integral
UGR