Cuidando nuestro hogar.
Consecuencia de la pandemia que hoy afecta a gran parte del mundo, la cuarentena y aislamientos sociales en distintos países, se han visto beneficios inesperados, como la recuperación de algunos ecosistemas o la mejora de la calidad del aire en ciertos lugares por la reducción de la producción industrial. El cambio climático y otras cuestiones medioambientales siguen sin embargo siendo un asunto urgente a tratar a pesar que la propagación del COVID19 sea casi lo único que colme los noticieros y las redes sociales. Entre los hábitos más recomendados para hacer un aporte contra la deforestación y el aumento de la temperatura global, están el incentivo de acciones diarias como el reciclaje, compostaje y la reducción de basura.
No es extraño que debido a la incertidumbre del día a día por la crisis sanitaria, muchos ciudadanos caigamos en prácticas como sobre abastecerse comprando cosas o cantidades innecesarias, consumir mayoritariamente alimentos procesados y envasados, o desperdiciar recursos. Aunque actualmente contamos en la mayoría de los lugares con contenedores separados, campañas de colillas de cigarrillos y etc., existen opciones caseras para ayudar al planeta. Lo primordial es reducir los residuos, en segundo lugar, ver cómo podemos reutilizarla, reciclarla y eventualmente, entregarla para algún fin energético.
Lo mejor que podríamos hacer es conocer la cultura “basura cero” y las distintas estrategias preventivas. El mejor residuo es el que no se genera. Podemos rechazar lo que no necesitamos, reducir y comprar menos. Pensar si lo que compramos lo necesitamos realmente, alargar la vida útil reparando y reutilizando, para finalmente ver si podemos reciclar o compostar. De acuerdo al pensamiento ayurvédico, la cuestión no es cuánto reciclemos sino cuan poco necesitemos usar aquello que no se puede disolver naturalmente en la tierra. Como nosotros actuemos refleja nuestro conocimiento de las acciones que son armoniosas con el medioambiente, y nuestra reverencia por el planeta.
¿Cómo podemos conservar y procesar las sobras de alimentos? ¿Qué hábitos de reciclaje puedo ir adquiriendo? Algunos consejos:
Usar toallas de algodón y servilletas de tela que puedan ser lavadas y reutilizadas. Tratar de evitar todo lo de papel, incluso platos y vasos. De todos modos, si nos vemos obligados a lo descartable, mejor papel y no plástico.
Cuando sea posible, usar bolsas reutilizables. Reutilizar las bolsas plásticas y de papel del supermercado como recipientes para basura inorgánica. Ponerlas en el contenedor correspondiente si lo tenemos a disposición (en Rosario, contamos con ellos).
Evitar productos envasados y productos plásticos. Reutilizar las bolsas de plástico. Es entendible que en la vida moderna es necesaria cierta cantidad de plástico para nuestro modo de vida, se trata sólo de minimizar su uso.
Minimizar el uso de papel de aluminio y de recipientes hechos de aluminio descartable, incluso las cacerolas. Tratar de usar siempre recipientes reutilizables. Si es que vamos a reciclar, acoplar los residuos relativamente ordenados de estos 4 grupos, que van en los “contenedores verdes”: papeles y cartones; vidrio; tetrapack, latas y chatarra; y plásticos. Los residuos deben estar limpios: darle un pequeño enjuague a las botellas y los frascos de vidrio, no dejar los envases con restos de líquidos o alimentos. A las botellas o recipientes de artículos de limpieza también darles un buen enjuague, aprovechar todo el material que queda dentro, acumularlos limpios y aplastados. Papeles y cartones: mantenerlos ordenados y separados. Envases tetrapack: siempre darles un pequeño enjuague. Con una tijera abrir la parte superior completamente, enjuagarlos un poco, dejar escurrir en el secador de platos por un par de minutos y una vez secos, guardarlos aplastados. También es una muy buena idea la confección de ecobotellas o ecoladrillos que luego podrán ser depositados en los puntos de acopio, pasada la cuarentena.
Estar especialmente alerta en las cantidades de comida que se preparan, preparar lo que se necesita. Al evitar hacer de más, se evita que luego tenga que tirarse. Si se hizo en exceso, alimentar a los animales o generar un compost.
Si queremos compostar, también podemos animarnos. El compostaje es un proceso de transformación de la materia orgánica para obtener un abono natural (compost). Compostar es una de las estrategias más importantes, sobretodo hoy en día, porque más del 50% de los residuos que generamos en la casa son residuos orgánicos. Lo interesante de esta práctica, es que todas las personas que tienen patio, balcón o jardín pueden llevarla a cabo fácilmente y a muy bajo costo. Existen composteras especiales, algunas usando lombrices. Yo uso simplemente una gran maceta en el balcón y realmente no genera olores ni molestias y el compost se hace rápidamente. 
Otra cosa no menos importante es cuidar el recurso del agua. Los largos lavados de manos podemos realizarlos con la canilla cerrada mientras nos fregamos y enjabonamos (así como lo hacemos al lavar los dientes y afeitarnos). Al lavar los platos, enjabonar con el detergente sin dejar correr el agua y luego enjuagar, tomar duchas en lugar de baños de inmersión y usar el lavarropas cuando se acumule la carga completa. 
En realidad no cuidamos el planeta, nos cuidamos a nosotrxs mismos. Nosotrxs somos el planeta. 
Amorosamente
Dra. Julia Elena Scocco