Cuando Alejandro Magno
venĆa hacia India, se encontrĆ³ con un hombre curioso, DiĆ³genes. Era una maƱana
de invierno, soplaba una brisa fresca y DiĆ³genes estaba a la orilla del rĆo,
tomando el sol, desnudo. Era un hombre muy hermoso. Cuando hay un alma hermosa,
surge una belleza que no es de este mundo.
No tenĆa nada, ni siquiera un cuenco de mendigar, porque, un dĆa que iba al rĆo con su cuenco para beber agua, vio que un perro entraba corriendo en el rĆo. El perro entrĆ³ en el rĆo y bebiĆ³; DiĆ³genes se riĆ³ y dijo: «Este perro me ha enseƱado una lecciĆ³n. Si Ć©l puede vivir sin cuenco de mendigar, ¿por quĆ© yo no?» ArrojĆ³ lejos el cuenco, saltĆ³ al rĆo como el perro y bebiĆ³. Desde entonces vivĆa sin nada.
Alejandro nunca habĆa visto a un hombre tan grĆ”cil, una belleza tan total, algo que venĆa de lo desconocido... Se quedĆ³ anonadado y dijo: «SeƱor...» Ćl no habĆa dicho «seƱor» a nadie en toda su vida. Dijo: —SeƱor, estoy inmensamente impresionado por su ser y me gustarĆa hacer algo por usted. ¿Hay algo que pueda hacer por usted?
—Simplemente ponte a un lado porque me estĆ”s quitando el sol —dijo DiĆ³genes—; eso es todo. No necesito nada mĆ”s.
—Si tengo otra oportunidad de volver a la tierra —replicĆ³ Alejandro— pedirĆ© a Dios que en lugar a volver a hacerme como Alejandro, me haga como DiĆ³genes.
DiĆ³genes se riĆ³ y dijo: —¿QuiĆ©n te impide ser como yo ahora mismo? Puedes convertirte en un DiĆ³genes. ¿AdĆ³nde vas? He visto pasar ejĆ©rcitos durante meses, ¿dĆ³nde vas? ¿Y para quĆ©?
—Voy a la India para conquistar todo el mundo —dijo Alejandro.
—¿Y quĆ© harĆ”s despuĆ©s? —preguntĆ³ DiĆ³genes.
—DespuĆ©s descansarĆ© —respondiĆ³ Alejandro.
DiĆ³genes se riĆ³ y dijo: —EstĆ”s loco, yo ya estoy descansando ahora mismo, y no he conquistado el mundo. No veo la necesidad. ¿QuiĆ©n te ha dicho que tienes que conquistar el mundo para poder descansar? Y yo te digo: si no descansas ahora, no lo harĆ”s nunca. Siempre te quedarĆ” algo que conquistar... y el tiempo pasa. MorirĆ”s en medio de tu viaje.
Y Alejandro muriĆ³ en el medio de su viaje. Cuando estaba regresando a la India, muriĆ³ en el camino. Y aquel dĆa recordĆ³ a DiĆ³genes. SĆ³lo tenĆa a DiĆ³genes en mente; Ć©l no habĆa podido descansar en toda su vida, y aquel hombre descansĆ³.
No tenĆa nada, ni siquiera un cuenco de mendigar, porque, un dĆa que iba al rĆo con su cuenco para beber agua, vio que un perro entraba corriendo en el rĆo. El perro entrĆ³ en el rĆo y bebiĆ³; DiĆ³genes se riĆ³ y dijo: «Este perro me ha enseƱado una lecciĆ³n. Si Ć©l puede vivir sin cuenco de mendigar, ¿por quĆ© yo no?» ArrojĆ³ lejos el cuenco, saltĆ³ al rĆo como el perro y bebiĆ³. Desde entonces vivĆa sin nada.
Alejandro nunca habĆa visto a un hombre tan grĆ”cil, una belleza tan total, algo que venĆa de lo desconocido... Se quedĆ³ anonadado y dijo: «SeƱor...» Ćl no habĆa dicho «seƱor» a nadie en toda su vida. Dijo: —SeƱor, estoy inmensamente impresionado por su ser y me gustarĆa hacer algo por usted. ¿Hay algo que pueda hacer por usted?
—Simplemente ponte a un lado porque me estĆ”s quitando el sol —dijo DiĆ³genes—; eso es todo. No necesito nada mĆ”s.
—Si tengo otra oportunidad de volver a la tierra —replicĆ³ Alejandro— pedirĆ© a Dios que en lugar a volver a hacerme como Alejandro, me haga como DiĆ³genes.
DiĆ³genes se riĆ³ y dijo: —¿QuiĆ©n te impide ser como yo ahora mismo? Puedes convertirte en un DiĆ³genes. ¿AdĆ³nde vas? He visto pasar ejĆ©rcitos durante meses, ¿dĆ³nde vas? ¿Y para quĆ©?
—Voy a la India para conquistar todo el mundo —dijo Alejandro.
—¿Y quĆ© harĆ”s despuĆ©s? —preguntĆ³ DiĆ³genes.
—DespuĆ©s descansarĆ© —respondiĆ³ Alejandro.
DiĆ³genes se riĆ³ y dijo: —EstĆ”s loco, yo ya estoy descansando ahora mismo, y no he conquistado el mundo. No veo la necesidad. ¿QuiĆ©n te ha dicho que tienes que conquistar el mundo para poder descansar? Y yo te digo: si no descansas ahora, no lo harĆ”s nunca. Siempre te quedarĆ” algo que conquistar... y el tiempo pasa. MorirĆ”s en medio de tu viaje.
Y Alejandro muriĆ³ en el medio de su viaje. Cuando estaba regresando a la India, muriĆ³ en el camino. Y aquel dĆa recordĆ³ a DiĆ³genes. SĆ³lo tenĆa a DiĆ³genes en mente; Ć©l no habĆa podido descansar en toda su vida, y aquel hombre descansĆ³.